Microcuentos Tulipán "Realidad"
Se despertó a eso de las diez de la mañana, con la modorra más pesada que nunca, pero tomó valor, no despertó por que sí, pues simplemente ella no se despierta porque sí, es que el teléfono sonaba muy fuerte.
Ella balbuceó un extraño, dormido e incipiente "aló". Del otro lado del auricular él le hablaba fuerte, aceleradamente, y le dijo que la amaba, que estaba dispuesto, que se disculpaba, que se arrepentía, que le deseaba, desde hace mucho tiempo, desde antes de nacer. Ella sólo se quedó callada, pasamada y asustada, le dolió el cabello ¡oh si! le dolió el cabello. Él no dijo nada más, ella tampoco, él colgó el teléfono, ella hoy está sola.
Ella balbuceó un extraño, dormido e incipiente "aló". Del otro lado del auricular él le hablaba fuerte, aceleradamente, y le dijo que la amaba, que estaba dispuesto, que se disculpaba, que se arrepentía, que le deseaba, desde hace mucho tiempo, desde antes de nacer. Ella sólo se quedó callada, pasamada y asustada, le dolió el cabello ¡oh si! le dolió el cabello. Él no dijo nada más, ella tampoco, él colgó el teléfono, ella hoy está sola.
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