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"El destino coexiste con el libre albedrío"




Microcuentos Tulipán "Realidad"


Se despertó a eso de las diez de la mañana, con la modorra más pesada que nunca, pero tomó valor, no despertó por que sí, pues simplemente ella no se despierta porque sí, es que el teléfono sonaba muy fuerte.
Ella balbuceó un extraño, dormido e incipiente "aló". Del otro lado del auricular él le hablaba fuerte, aceleradamente, y le dijo que la amaba, que estaba dispuesto, que se disculpaba, que se arrepentía, que le deseaba, desde hace mucho tiempo, desde antes de nacer. Ella sólo se quedó callada, pasamada y asustada, le dolió el cabello ¡oh si! le dolió el cabello. Él no dijo nada más, ella tampoco, él colgó el teléfono, ella hoy está sola.

Tonterías Tulipán

Anonimato.

Me lo dijo tantas veces, me lo dijo de diferentes formas, con diferentes detalles, ¿han pasado 6 años? Siguió todo el tiempo ahí con la cabeza agachas, esperando respuestas mientras yo preocupada de lunares de la nariz, de sonrisas falsas y noches de sábados.

Se me arrancaron las oportunidades, no piensan volver, porque hoy ya se cansó, le hice sin hacerle nada tanto daño, dije que Si, e hice tantos No y hoy que trato ya no puedo, porque está pero está en ausencia para mi, ya se ha cansado y pretende seguir.

Merece honores por esperar, y yo pena de muerte por no irle a buscar, hoy las cosas han cambiado, y sólo en el recuerdo queda una hoja con una canción, de esos mágicos 16 años.

Shakira, yo, el poltergaist y el waka waka


Que sea un modo de agradecer, no un modo apresurado de creer conocer a la gente, tengo mucho que devolver, sobre todo a ella, quien fue los oídos que escucharon cuanta estupidez tuve que decir, cuanta queja grité, cuantos llantos lloré, y cuantas cosas que no tuve y que añoré. Lo hago de la mejor forma que se, por eso hoy doy un espacio a esta mujer, que me enseñó tanto sin querer. Quizás y es probable nunca nos volvamos a ver, venimos de lugares tan apartados y distintitos, pero las ganas no nos faltan, pero ella tiene tanto que hacer, a ese hombre querer, y yo muchos tantos que conocer.


Pensamos cosas distintas quizás, y no, y si, pensamos cosas totalmente distintas, la mayoría del tiempo no estamos de acuerdo, nacimos bajo el mismo signo, ella cinco días después del día que yo nací, y yo… unos siete años antes que ella.


Tenemos tanto en común y somos tan distintas. Tenemos ambas un bonito oído pero ella tiene uno aún mejor que el mío. Ella es romántica soñadora, yo de romántica no tengo nada. Me propone que la ropa sea desechable pero biodegradable, yo le propongo que si vamos a ser postmodernas entonces los novios tienen que desecharse.


Y bueno… ella es ella, la conocí por Dios sabe qué razón, pero caí en su cuarto, en su vida y en su filosofía. Recuerdo que una vez le dije que era presumida ajaja y si… discutimos crudamente, lo hicimos lo bastante fuerte como para recordarlo. Luego dijo que mi risa era burlona y que le molestaba, yo le decía que así era mi risa y que no había maldad alguna, alcé la voz, ella se enojo, quedamos en silencio y terminó.


De todos modos pudimos reírnos…con ¡vaya que carcajadas! Cuando caminábamos por el pastizal y los perros nos olían el trasero, porque los perros eran los únicos que tenían iniciativa en ese lugar. También disfrutamos los momentos simples, de difíciles cargas en youtube de “la familia crece” y de sueños oscuros con el chico mermelada.


Pasamos frío pero no hambre, pasamos penas y alegrías, intentábamos imitar la tonadita del lugar pero no podíamos, porque más arraigado en nuestro cuerpo y nuestra alama estaba lo que éramos en verdad, ella una Arequipeña que comía rocoto relleno, y yo una santiaguina del campo, que en su dieta no concebía la ausencia de la palta.


Pasamos noches enteras cantando, quizás Alejandro Sanz, quizás bailando la salsa de los pescados, quizás conversando, quizás burlándonos de Kant, porque era más fácil burlarse que entenderlo, ella me enseñó mucho de filosofía, y yo a ella sólo le hice preguntas. Ella tiene un espléndido talento orador, y yo de oratoria no sé nada.


La usé como mi terapeuta filosófica, también como espectadora de mis bailes y canciones inventadas, la obligué a que tomara té con endulzante, pero no logré que lo bebiera hirviendo como a mí me gusta, le inculqué el vodka naranja, pero sin mayor éxito.


Aunque somos muy distintas, nos unen los cantos los domingos, el rezo del credo, las juventudes católicas, y la certeza que se puede ir los domingos a misa y creer, además de estudiar filosofía durante la semana.
Aunque ella ame las rosas y los peluches, mientras yo los deteste, aunque ella quiera casarse y yo no crea que ello pueda siquiera pensarse, aunque ella diga “saladas”, cuando yo diga “dulces” aunque use tacones, y yo no los soporte, aunque nos divida la guerra del pacífico, aunque su clima sea templado y el mío mediterráneo, aunque ella vaya a karaoques y yo a discotecas, aunque ella diga “para toda la vida” y yo “sólo el momento” , aunque ella estudie en la UNSA y yo en la UCN aunque ella estudie a Pizarro y yo a O’Higgins, aunque ella diga Huascar y yo diga Esmeralda, aunque ella hable quechua y yo no sepa de mapuche, aunque ella sea “pe” y yo sea “po”, aunque ella diga “carajo” y yo diga “mierdaeseculiiaoesunconchesumare”, aunque ella viva en Perú y yo viva en Chile, sólo sabe Dios qué cosa fue la que nos unió y la que aún nos une.

Gracias:
-A la vida, que me dio el mensaje antes de que pueda decidir hacer lo que hizo Violeta, por la causa que sabemos.
-A mis “mis”, que son mis, y siempre serán mis “mis”
-A Sony e. T. por alegrarme la vida.
-Al agüita cochina por hincharme los ojos.
-A los que no me quieren, para valorar a los que si lo hacen.
-A mi madre y a mi padre, por mimarme, a mis hermanas y hermanos por recibirme.
Escucho:
“En tus manos” *Javiera Mena*

Rimas Tulipán "Cledimira"



Tenía yo una mariposa linda bella esplendorosa,
Vestía con ropajes pintados de marengo,verde y rosa.
Escuchaba mis secretos confidente mariposa
Y un día despareció como cosa peligrosa

¿Quién ha visto a Cledimira volar en el viento?
Quien me diga o la devuelva y le regalo mi talento
Me escuchaba por las noches y me acompañaba en el día
Conversábamos de mucho yo con ella me reía.

Y no ha vuelto Cledimira mariposa secuestrada,
De buscarla por los bosques de verdad estoy cansada.
Vuelve a mi Cledimira que tengo mucho más que dar.
Regresa mariposita mía, que ya nadie me quiere escuchar.

Parte 3 "Lila y el chico"

Un calmante clavado en el brazo hizo dormir a Lila por dos horas. A las 7:30 Lila abrió los ojos, algo mareada, atontada, atolondrada tratando de levantarse, había una enfermera que la miraba fijo, la veía aún borrosa cuando se acercaba a ella para tranquilizarla.

-No estoy…
-Tranquilicese, no está.
-No estoy… no estoy loca.
-Lo sabemos tranquila, pronto va a poder regresar a su país.
-No me voy, apenas he llegado.
-Tranquila ya podrá hablar con alguien.
-No no… a las ocho, a las ocho vendrán por mí, alguien va a venir por mí.
-sh!! Sh!! Tranquilita.
-No me encontrará, tiene que ayudarme, mi nombre es Lila.

La enfermera miraba a Lila, Lila miraba a la enfermera. Estaban ambas en una sala no precisamente hospitalaria, que se encontraba dentro en algún lugar de la terminal. Lila no soportaría la idea de volverse y tomar un avión rumbo a su patria, estaba allí por un importante motivo, y no pensaba echarse atrás, por un momento el clamor de Lila pareció doblegar a la rígida enfermera.

-¿Quién vendrá a buscarte?
-Una mujer, ella no me conoce, pero su nombre es Claudia.
-Puede dejar que vaya?
-Hago mi trabajo, ya te derivarán a la penal para tramitar tu regreso, al parecer no estás bien mentalmente.
-Créame por favor, déjeme ir, sólo buscaré a Claudia y saldré de sus vidas, no tengo equipaje porque me han robado, ya no tengo vida, no deje que me envíen de regreso, vine por algo muy importante, ayúdeme ¡por favor!
-¡Que sea rápido!

La enfermera salió de la sala y Lila sola quedó. La puerta estaba abierta, Lila corrió pero cayó a la mitad de camino, el calmante aún no terminaba el efecto, se agarró de un asiento que estaba cerca, se sentó y respiró, eran las 8.20 de la mañana y Lila aún estaba en la terminal. Comenzó a ver quien pudiera tener expresión de Claudia, miró buscó; mas nada encontró volvió al lugar y se sentó. Cuando los relojes casi marcaban las diez escuchó que la llamaban…

-Lila?
-tú…
-Aún aquí?
-si…
-quisiera…
-Quisieras?
-emm, si… podrías ayudarme?
-En verdad crees que podría ayudarte?
-Por favor…
-Podrías haber sido más amable desde el principio
-este… dis…
-Pierde cuidado no soy como tú. ¿Qué necesitas?

-Encontrar a una mujer, su nombre es Claudia, ella tendría que haber pasado por mi a las 8.30; mas no la he encontrado, y no sé dónde ir, probablemente la policía me esté buscando, por lo que no puedo pedir ayuda a ellos.

-ven conmigo…

El Joven llevó a Lila hasta un taxi, subió con ella y le dijo al chofer “Avenida Sorácate, 954” y el taxi partió, pudo ver un poco más de la ciudad, era bella en verdad pero estaba tan asustada que no podía notar nada más allá de los coches policiales que pasaban cerca del taxi.

-Aquí es. Son 9 chelines.

Bajaron ambos del taxi, estaban frente a un edificio, era un lugar rústico, pero bonito a la vez, era un viejo barrio de la ciudad.

-Es donde vivo.
-Es bonito.
-Gracias!

Entraron al lugar que era amplio, el olor era fresco, había un gran espejo en la parte derecha, en el frente un colgador de ropa, Lila se paró en la alfombra y suspiró, vio en frente una escalera que daba al segundo piso, vio que había muchos cuadros y en todos aparecía la misma chica. Mayor fue la sorpresa cuando vio la imagen de la chica frente a ella, no había salido del cuadro, es que estaba sentada en el sofá. Tenía los cabellos rojos ondulados que caían hasta sus rodillas, a Lila le asombró sus redondos y grandes ojos miel. La muchacha en cuanto los vió se puso de pie y sonrió, al parecer la presencia de Lila no le causó mayor sorpresa. La joven se acercó a Dónovan y le abrazo.

-Ella es Isadora.
-Hola si si, soy Isadora la novia de Dónovan
-Mucho gusto yo soy Lila.
-De dónde eres?
-Isa… ya habrá tiempo para eso, ahora ella necesita ayuda.

Entraron a la sala y Lila les contó con lujo de detalles todo lo ocurrido, se sentía algo incómoda, Isadora tenía una mirada penetrante que ya casi la desnudaba y Lila comenzaba a impacientarse.

-Dicen que vienes por algo especial que no podemos saber? Viajar tan lejos… pero quizás nosotros podamos ayudarte.
-Isa, no seas entrometida…
-Y no lo soy, solo quiero ayudar.
-Sabrán a su debido tiempo.

Continúa… en cuanto esto me deje subir.

Gracias:
-A Dios, por darme mágicos encuentros en conversación con Nomita favorita, cuando más lo necesitó y también lo necesitaba yo.

-A Carla Novak Espíndola, porque al no saber mucho de ella en estos días, la valoro y la añoro.

-A su ausencia, para valorar a los que si están presentes.

Escucho:
“Mi primer día” *Julieta venegas feat bomboncito Dante Spinetta*


Saludos con alma

Tonterías tulipán




Pensaba hoy en la mañana lo
difícil que es despertar, me preguntaba por qué dejar de dormir nos molesta
tanto, por qué detesto dejar de hacer lo que amo hacer . Concluí que no sabría
lo mucho que me gusta dormir, si no detestara tanto despertar.

Parte 2 "Le roban la vida a Lila"

Lila comenzó a correr, a correr sin saber donde, persiguiendo a nadie porque no veía a personas huyendo con las que eran hasta hace unos minutos sus maletas, cuando ya cruzaba la mitad de la terminal, se detuvo y comenzó a llorar, sin parar, sin consuelo, sus lagrimas danzaban desde la cara de lila al suelo, con los brazos caídos, las piernas medio flectadas, la cabeza agacha, mientras su largo cabello hacía eco de la posición que tenía. Alguien tocó su brazo, levantó la mirada y vio que era un guardia policial-

-Puedo ayudarla señorita?
-me han robado dos maletas. Dos maletas rojas, una grande y otra pequeña.
-ha visto quien le ha robado?
-No no, dejé ambas fuera del baño al cuidado de la señora que vende las fichas para el torniquete, cuando salí ella gritó que se llevaban mis maletas, he corrido yo y no he visto a nadie. A nadie señor!!
Enseguida el guardia policial tomó su radio y comenzó a decir multitud de cosas que Lila poco entendía, apenas entendía el habla, y era habla hispana al igual que el de ella. Se sentía perdida y desolada, en la maleta estaba su vida, sus libros, su manta, sus fotos, su ropa, y todo el dinero que portaba. Sólo quedo con un pequeño bolso cruzado en el pecho, en el que tenia documentos, en dinero algo así como dos chelines, dos tiras de goma de mascar y un pan bastante mordido.

-No puedo parar de llorar, no puedo para de llorar, usted no sabe… no sabe, ahí tengo mi vida
-tranquilícese señorita, haremos todo lo posible, todo.
-Usted no sabe… usted no sabe… la señora vio todo, la señora vio todo.
Bajó la cabeza la tomo con sus dos manos y comenzó a aflorar el llanto, con una genialidad y estructuración digna de película, se lanzó de rodillas al piso y no cesó de llorar, sentía como las lagrimas llegaban a sus manos y muñecas, bajaban por el brazo acomodándose entre sus codos, su cabello comenzaba a enredarse en la humedad y Lila frotaba su cara, el guardia que venía desde el lugar de los hechos, la tomó de los hombros y la sentó otra vez, dándole golpecitos en la espalda mientras pedía un médico por radio.

-No estoy enferma me oye? No estoy enferma
-Tranquila señorita tranquila…
-No estoy enferma, estoy enfadada, alguien me ha robado la vida. Me han robado la vida.!!
En eso llegaron los paramédicos, tomaron a lila de ambos brazos y la llevaron a una sala al interior de la terminal… mientras ella repetía que no estaba enferma, que no le dolía nada, que le habían robado la vida, la recostaban y ella se oponía… traían algunos implementos que por la lucha Lila no lograba ver. Entonces…

…Continúa…
En dos días

Gracias:
A María José Toledo, por pertenecer a mi vida hace ya mucho tiempo
A Claudio Torrealba, por llenarme la vida de cosas bellas, por regalarme cariño y atención.
A mis cuatro hermanos, porque los extraño en demasía.

Escucho:
Ode to family *the cranberries*


saludos con alma!