Parte 3 "Lila y el chico"
Un calmante clavado en el brazo hizo dormir a Lila por dos horas. A las 7:30 Lila abrió los ojos, algo mareada, atontada, atolondrada tratando de levantarse, había una enfermera que la miraba fijo, la veía aún borrosa cuando se acercaba a ella para tranquilizarla.
-No estoy…
-Tranquilicese, no está.
-No estoy… no estoy loca.
-Lo sabemos tranquila, pronto va a poder regresar a su país.
-No me voy, apenas he llegado.
-Tranquila ya podrá hablar con alguien.
-No no… a las ocho, a las ocho vendrán por mí, alguien va a venir por mí.
-sh!! Sh!! Tranquilita.
-No me encontrará, tiene que ayudarme, mi nombre es Lila.
La enfermera miraba a Lila, Lila miraba a la enfermera. Estaban ambas en una sala no precisamente hospitalaria, que se encontraba dentro en algún lugar de la terminal. Lila no soportaría la idea de volverse y tomar un avión rumbo a su patria, estaba allí por un importante motivo, y no pensaba echarse atrás, por un momento el clamor de Lila pareció doblegar a la rígida enfermera.
-¿Quién vendrá a buscarte?
-Una mujer, ella no me conoce, pero su nombre es Claudia.
-Puede dejar que vaya?
-Hago mi trabajo, ya te derivarán a la penal para tramitar tu regreso, al parecer no estás bien mentalmente.
-Créame por favor, déjeme ir, sólo buscaré a Claudia y saldré de sus vidas, no tengo equipaje porque me han robado, ya no tengo vida, no deje que me envíen de regreso, vine por algo muy importante, ayúdeme ¡por favor!
-¡Que sea rápido!
La enfermera salió de la sala y Lila sola quedó. La puerta estaba abierta, Lila corrió pero cayó a la mitad de camino, el calmante aún no terminaba el efecto, se agarró de un asiento que estaba cerca, se sentó y respiró, eran las 8.20 de la mañana y Lila aún estaba en la terminal. Comenzó a ver quien pudiera tener expresión de Claudia, miró buscó; mas nada encontró volvió al lugar y se sentó. Cuando los relojes casi marcaban las diez escuchó que la llamaban…
-Lila?
-tú…
-Aún aquí?
-si…
-quisiera…
-Quisieras?
-emm, si… podrías ayudarme?
-En verdad crees que podría ayudarte?
-Por favor…
-Podrías haber sido más amable desde el principio
-este… dis…
-Pierde cuidado no soy como tú. ¿Qué necesitas?
-Encontrar a una mujer, su nombre es Claudia, ella tendría que haber pasado por mi a las 8.30; mas no la he encontrado, y no sé dónde ir, probablemente la policía me esté buscando, por lo que no puedo pedir ayuda a ellos.
-ven conmigo…
El Joven llevó a Lila hasta un taxi, subió con ella y le dijo al chofer “Avenida Sorácate, 954” y el taxi partió, pudo ver un poco más de la ciudad, era bella en verdad pero estaba tan asustada que no podía notar nada más allá de los coches policiales que pasaban cerca del taxi.
-Aquí es. Son 9 chelines.
Bajaron ambos del taxi, estaban frente a un edificio, era un lugar rústico, pero bonito a la vez, era un viejo barrio de la ciudad.
-Es donde vivo.
-Es bonito.
-Gracias!
Entraron al lugar que era amplio, el olor era fresco, había un gran espejo en la parte derecha, en el frente un colgador de ropa, Lila se paró en la alfombra y suspiró, vio en frente una escalera que daba al segundo piso, vio que había muchos cuadros y en todos aparecía la misma chica. Mayor fue la sorpresa cuando vio la imagen de la chica frente a ella, no había salido del cuadro, es que estaba sentada en el sofá. Tenía los cabellos rojos ondulados que caían hasta sus rodillas, a Lila le asombró sus redondos y grandes ojos miel. La muchacha en cuanto los vió se puso de pie y sonrió, al parecer la presencia de Lila no le causó mayor sorpresa. La joven se acercó a Dónovan y le abrazo.
-Ella es Isadora.
-Hola si si, soy Isadora la novia de Dónovan
-Mucho gusto yo soy Lila.
-De dónde eres?
-Isa… ya habrá tiempo para eso, ahora ella necesita ayuda.
Entraron a la sala y Lila les contó con lujo de detalles todo lo ocurrido, se sentía algo incómoda, Isadora tenía una mirada penetrante que ya casi la desnudaba y Lila comenzaba a impacientarse.
-Dicen que vienes por algo especial que no podemos saber? Viajar tan lejos… pero quizás nosotros podamos ayudarte.
-Isa, no seas entrometida…
-Y no lo soy, solo quiero ayudar.
-Sabrán a su debido tiempo.
Continúa… en cuanto esto me deje subir.
Gracias:
-A Dios, por darme mágicos encuentros en conversación con Nomita favorita, cuando más lo necesitó y también lo necesitaba yo.
-A Carla Novak Espíndola, porque al no saber mucho de ella en estos días, la valoro y la añoro.
-A su ausencia, para valorar a los que si están presentes.
Escucho:
“Mi primer día” *Julieta venegas feat bomboncito Dante Spinetta*
Saludos con alma
1 comentarios:
que manera de flashar la tuya diooos jajajaja, como me kgo de risa con tus historia chilenita!! :P
Besotes :)!!!
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